lunes, 21 de julio de 2014

HA FALLECIDO MARTÍN ANGEL (MARTINHO) RODRÍGUEZ DE MIGUEL
Se nos ha encogido el corazón. Ayer, al escuchar la noticia de la muerte de Martín Angel Rodríguez de Miguel, de Martiño o Martinho en grafía portuguesa, se nos encogió el corazón. ¿Cómo reaccionar ante la muerte de un sacerdote tan enamorado de Cristo, de la misión, de la Iglesia,  tan enamorado de los pobres, derrochando vida y ánimos en  todas las personas que le rodeaban?. Hemos tenido que hacer un acto de fe. Recomponernos de la estocada que se nos ha dado. Hemos tenido que abrir la boca como pez fuera del agua para buscar el aire en este ahogo que pareciera  nos  cortaba también el hilo de nuestra existencia. Y una vez más hemos tenido que releer la Palabra que nos convoca a la vida, a la resurrección. Hacer memoria de que somos testigos de la resurrección y la vida.

         Martinho 11/11/1956 Hontomín (Burgos), era sacerdote de la diócesis de Burgos, ordenado el27/03/1982. Hacía dos años que había venido de de su Brasil querido para atender a sus padres. Llegó de Sao Paulo donde había estado trabajando en esa gran urbe como misionero desde  1987. Hacía tiempo que el IEME estaba apuntando a una presencia evangelizadora en las grandes urbes,  en las periferias donde se hacinan los pobres, donde sobreviven los apartados, los sobrantes. Eso de las periferias ya se había hecho cuerpo en él desde hacía tiempo.  Aquella intuición del Papa Juan XXIII y ahora repetida por el Papa Francisco de una “Iglesia de todos y  especialmente la Iglesia de los pobres“  le había calado hasta identificarse con ellos. El cuestionamiento radical que lanza la pobreza a la conciencia humana  y a la manera de concebir la fe cristiana marcó el hacer y destino del que hoy yace ante nosotros.  Martinho invitaba a esos sobrantes de la sociedad,  a todo lo contrario, a participar en la historia, a levantarse como se levantó Cristo de la muerte, a valorarse como personas amadas del Dios vivo, como agentes de comunidades cristianas vidas y que  generan vida y en abundancia.
         En 1987  se integra en el equipo de Animación vocacional misionera del IEME en España hasta 1997  que regresa de nuevo a Brasil hasta que como hemos dicho anteriormente regresa por a Burgos por razones familiares. En la actualidad vivía con una gran ilusión su tarea como Delegado de misiones de Burgos
         Esperando que sus compañeros hagan memoria de su amistad y trabajo, nos adelantamos como mensajeros para proyectar su figura entregada. Atisbo que a Martinho le explotó el corazón de tanto como amaba, como compartía, como servía. Les ocurre a todos aquellos que se entregan sin pensar en las consecuencias que esto tienen. Les ocurre a todos aquellos que han seguido a Jesucristo con decisión y terquedad enamorada.
         Ahora le despediremos sabiendo que su trabajo no quedará en suelo infértil, Martinho trabajó la tierra para que pueda crecer la Palabra, el 30, el 60 o el 100 por cien. Gracias por todo tu trabajo tu persona y hasta que nos volvamos a ver en el Reino de nuestra pasión.

IEME

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