HA FALLECIDO MARTÍN ANGEL (MARTINHO) RODRÍGUEZ DE MIGUEL
Se nos ha encogido el corazón. Ayer,
al escuchar la noticia de la muerte de Martín Angel Rodríguez de Miguel, de
Martiño o Martinho en grafía portuguesa, se nos encogió el corazón. ¿Cómo
reaccionar ante la muerte de un sacerdote tan enamorado de Cristo, de la
misión, de la Iglesia, tan enamorado de
los pobres, derrochando vida y ánimos en
todas las personas que le rodeaban?. Hemos tenido que hacer un acto de
fe. Recomponernos de la estocada que se nos ha dado. Hemos tenido que abrir la
boca como pez fuera del agua para buscar el aire en este ahogo que
pareciera nos cortaba también el hilo de nuestra existencia.
Y una vez más hemos tenido que releer la Palabra que nos convoca a la vida, a
la resurrección. Hacer memoria de que somos testigos de la resurrección y la
vida.
Martinho
11/11/1956 Hontomín (Burgos), era sacerdote de la diócesis de Burgos, ordenado
el27/03/1982. Hacía dos años que había venido de de su Brasil querido para
atender a sus padres. Llegó de Sao Paulo donde había estado trabajando en esa
gran urbe como misionero desde 1987.
Hacía tiempo que el IEME estaba apuntando a una presencia evangelizadora en las
grandes urbes, en las periferias donde
se hacinan los pobres, donde sobreviven los apartados, los sobrantes. Eso de
las periferias ya se había hecho cuerpo en él desde hacía tiempo. Aquella intuición del Papa Juan XXIII y ahora
repetida por el Papa Francisco de una “Iglesia de todos y especialmente la Iglesia de los pobres“ le había calado hasta identificarse con ellos.
El cuestionamiento radical que lanza la pobreza a la conciencia humana y a la manera de concebir la fe cristiana
marcó el hacer y destino del que hoy yace ante nosotros. Martinho invitaba a esos sobrantes de la
sociedad, a todo lo contrario, a
participar en la historia, a levantarse como se levantó Cristo de la muerte, a
valorarse como personas amadas del Dios vivo, como agentes de comunidades cristianas
vidas y que generan vida y en
abundancia.
En
1987 se integra en el equipo de
Animación vocacional misionera del IEME en España hasta 1997 que regresa de nuevo a Brasil hasta que
como hemos dicho anteriormente regresa por a Burgos por razones familiares. En
la actualidad vivía con una gran ilusión su tarea como Delegado de misiones de
Burgos
Esperando
que sus compañeros hagan memoria de su amistad y trabajo, nos adelantamos como
mensajeros para proyectar su figura entregada. Atisbo que a Martinho le explotó
el corazón de tanto como amaba, como compartía, como servía. Les ocurre a todos
aquellos que se entregan sin pensar en las consecuencias que esto tienen. Les
ocurre a todos aquellos que han seguido a Jesucristo con decisión y terquedad
enamorada.
Ahora
le despediremos sabiendo que su trabajo no quedará en suelo infértil, Martinho
trabajó la tierra para que pueda crecer la Palabra, el 30, el 60 o el 100 por
cien. Gracias por todo tu trabajo tu persona y hasta que nos volvamos a ver en
el Reino de nuestra pasión.
IEME
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